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Ana Lucía Martínez Maldonado, es la primera mujer guatemalteca en jugar al fútbol de manera profesional. Juega como delantera en la selección nacional de Guatemala, y en la Roma Calcio Femminile de la Serie B italiana. Ha pasado por el Rayo Vallecano de la Primera División Femenina de España, y por el Napoli de la Serie A.
Sus principales características en la cancha son la velocidad, el regate, y la visión de juego. Pero Ana Lucía no solo se ha convertido por ello en la referente del fútbol femenino para las guatemaltecas, sino porque además es una profesional universitaria, lo que la sitúa como un ejemplo a seguir incluso para sus colegas de las ligas masculinas.
Biografía de Ana Lucía
Ana Lucía nace en la Ciudad de Guatemala el 8 de enero de 1990. Es hija del Ingeniero Civil Jorge Martínez, y de Miriam Maldonado, quien fue Profesora e Investigadora de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Directora del Instituto Universitario de la Mujer, activista y feminista. Es la tercera de cuatro hijos, una hermana y dos hermanos.
A los nueve años se inscribe en su primer equipo de fútbol en una liga del campo de marte, siendo la primera niña inscrita en la liga y abriendo la puerta para que luego más niñas pudieran competir en otros equipos. Jugó en dos equipos masculinos donde en más de una ocasión fue la goleadora del torneo.
“En Guatemala juegas por pasión, no es que te paguen ni recibas compensación alguna. Crecí jugando en campos de tierra. Hubo algunos comentarios sexistas de los padres porque yo jugaba mejor que sus hijos, pero a mí siempre me pareció natural jugar al fútbol. Nunca tuve miedo” ha recordado Ana Lucía en una entrevista.
Ana Lucía decidió estudiar la carrera de Ingeniería Química en la Universidad de San Carlos de Guatemala, y posee además un Máster en Economía, Finanzas y Computación con especialidad en Marketing y Big Data por la Universidad de Huelva. Además de un Máster en Administración y Dirección de Empresas dado por la IMF Business School de Madrid junto a la Universidad Camilo José Cela.
Su carrera deportiva le llevaría a pasar siete años en las filas del club de fútbol femenino Unifut antes de unirse al equipo de expansión de la Liga Nacional de Fútbol Femenino, el Houston Dash, en junio de 2014. Después de no poder ingresar al primer equipo de Houston Dash, se mudó a España en noviembre de 2014 y atrajo la atención del club Rayo Vallecano de la Primera División, y luego fichó por el Sporting Huelva un año después.
Actualmente defiende los colores de la Roma femenil. “Fue difícil porque estaba muy lejos de casa, pero lo traté como un desafío. Fui y di lo mejor de mí. Me hice notar y me mudé a equipos más grandes en España y luego en Italia”.
El futuro de una goleadora
Luego de grandes primeras actuaciones con la Roma, el futuro deportivo de Ana Lucía se plantea brillante. De cualquier modo es una chica que ha pensado en su vida fuera de las canchas. La carrera de un atleta profesional se acaba en algún momento, e incontables son las historias de aquellos que no se prepararon para ese final.
Ana Lucía ya es una calificada profesional, y sin duda está más que lista para lo que vendrá después del último gol. Su historia inspira porque nos recuerda que en todos los niveles del juego se debe hacer un esfuerzo concentrado para que sea más accesible para todos y todas. El empoderamiento y el fútbol pueden ir de la mano como lo demuestra la ilustre carrera de Ana Lucía.
