El Salvador ha logrado posicionarse como el mejor país de la región en el que se podría vivir en tiempos de pandemia, es decir, en una era en la que hemos entrado a una nueva normalidad. Hay dos factores esenciales que empujan a esta nación en ese sentido.
El primero de ellos lo constituye una exitosa campaña de vacunación que ha alcanzado porcentajes de población inmunizada dignos de un país de primer mundo. Y el segundo, es el creciente sector tecnológico del país, que promete jugar un papel importante en la recuperación.
Por si eso fuera poco, El Salvador experimentó un aumento del 50% en las entradas de Inversión Extranjera Directa entre los años 2016 y 2021, hasta alcanzar los 720 millones de dólares. Y se espera que la tendencia continúe en 2022.
Además de ello, el país tiene una economía dolarizada que favorece esta clase de inversión a través de múltiples beneficios fiscales, a lo que se suma el hecho de que mantiene diecisiete zonas francas en todo el país. Así mismo, es el primer país en adoptar el Bitcoin como moneda de curso legal, con miras a construir una ciudad enteramente dedicada a la criptodivisa en los próximos años.
Todos estos factores hacen de El Salvador una estrella en ascenso en medio de la pandemia de Covid-19. Según una encuesta, alrededor del 40% de las micro, pequeñas, y medianas empresas del país reportaron una disminución considerable en sus ventas durante los meses más duros de la pandemia.
El sector turístico, que en 2019 reportó $1.800 millones en ganancias, fue el más afectado por las restricciones para frenar la propagación del virus. Otros sectores económicos seriamente afectados por la pandemia incluyen los sectores de la hospitalidad, el comercio y el transporte. No obstante, se espera que la economía de El Salvador se recupere más allá del 4,9% en 2022 gracias a las medidas implementadas.
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En El Salvador, arriba del 70% de la población ya está vacunada, y cerca de un 77% ya cuenta al menos con la primera dosis. Ese hecho representa por sí solo una parte importante de las buenas perspectivas para el país.
Pero más relevante aún, es el hecho de que con la finalidad de impulsar la transformación digital, en 2020, en medio de uno de los puntos álgidos de la pandemia, el gobierno pensó a largo plazo y lanzó la Agenda Digital 2020-2030: un ambicioso proyecto que busca implementar la digitalización de los procesos gubernamentales y la educación, mejorar el acceso a los servicios públicos, y facilitar la creación de negocios.
Este proyecto busca atraer inversión extranjera al país en el ámbito digital, y se enfocará en cuatro pilares, que incluyen la innovación, la educación y competitividad, la modernización del estado, y la gobernanza digital. Esta agenda, y la apuesta frontal del país por convertirse en un paraíso para los cripto-inversores y mineros, hace que se le vea como uno de los mejores lugares para vivir en la nueva normalidad.
A esos elementos se suma un caso de éxito en el ámbito de la tecnología: Hugo, la app de micrologística que no solo es local, sino que es una de las empresas de tecnología de El Salvador, y de Centroamérica, que más ha crecido durante la pandemia, y de cuya trayectoria aún se esperan picos altos en el futuro cercano.
Hugo comenzó a operar en El Salvador en abril de 2017, y actualmente ofrece servicios de entrega a domicilio y logística, que incluyen el transporte de alimentos, medicamentos, productos farmacéuticos, y alimentos para mascotas entre otros. En tan solo tres años, Hugo ha logrado expandirse a otros países centroamericanos, como Guatemala, Honduras, Nicaragua, y Costa Rica.
Además, se espera que la compañía ofrezca servicios de transporte para personas, y servicios financieros muy pronto. El caso de Hugo no solo ha sentado las bases para que la popularidad de El Salvador como sede se incremente, sino que también ha comenzado a inspirar a otras startups de la región que buscan emular su éxito.
Hugo es de lejos la aplicación de entrega más grande del istmo y cuenta con una amplia cobertura. Alejandro Argumedo, su fundador, tuvo la visión de crear una solución de entrega completa en El Salvador, y de paso ha posicionado al país en la mira de inversores extranjeros que buscan desesperadamente al nuevo Hugo.
En los últimos años nada ha cambiado la vida de la ciudad como lo ha hecho la pandemia. Como resultado, las ciudades han tenido que volverse aún más vigilantes en términos de protección de la salud y seguridad general para proteger mejor a sus poblaciones. En esa carrera, El Salvador lleva la delantera a todas sus hermanas, las repúblicas centroamericanas.