La incorporación de inteligencia artificial (IA) en los procesos empresariales ya no es una posibilidad futura, sino una realidad actual. Pero, ¿qué lugar ocupa esta tecnología dentro de los consejos de administración? Esa fue la pregunta que abrió el primer episodio de Smart Governance Talks, el nuevo podcast de Smart Governance Lab dedicado a analizar el presente y futuro del gobierno corporativo.
Como invitado inaugural, el profesor Andrés Alcántara, del IPADE Business School, abordó los usos potenciales, y los límites, de la inteligencia artificial en las decisiones de alto nivel. Su postura fue clara: la IA no está diseñada para sustituir a los consejeros, sino para complementar su análisis estratégico.
¿Cómo puede la IA aportar valor en los consejos?
De acuerdo con Alcántara, el verdadero valor de la IA radica en su capacidad para procesar grandes volúmenes de información, encontrar patrones en datos históricos y resumir métricas clave de forma casi inmediata. Estas funciones pueden traducirse en reuniones más enfocadas, decisiones mejor informadas y mayor eficiencia en la preparación de reportes ejecutivos.
Sin embargo, también resaltó la necesidad de implementar políticas claras sobre el uso corporativo de la IA. El uso individual de herramientas externas por parte del personal —sin una guía institucional— puede poner en riesgo la ciberseguridad de las organizaciones.
Una transformación que también requiere regulación
El avance tecnológico debe ir de la mano con la evolución legal. Alcántara mencionó que, tras la pandemia, México ha comenzado a adaptar su marco regulatorio, como en el caso de las sesiones virtuales de consejo. En el futuro, se espera que las leyes exijan una mayor diversidad en los órganos de gobierno, más formalidad en la documentación y mejores prácticas de seguimiento.
Profesionalización y tecnología, una dupla necesaria
La conversación cerró con una reflexión importante: integrar tecnología en los consejos no significa perder el factor humano, sino reforzarlo. El reto, entonces, está en profesionalizar el uso de la IA con responsabilidad, visión estratégica y un marco ético adecuado.