El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anunció el pasado 31 de marzo que debido al efecto de la guerra en Ucrania su gobierno va a liberar cerca de 1 millón de barriles diarios de sus reservas estratégicas a lo largo de varios meses. La liberación total ascendería a unos 180 millones de barriles.
Esta acción sería significativamente mayor que las recientes ventas de reservas que ya ha realizado el país en los últimos meses. Como consecuencia del conflicto está llegando menos petróleo al mercado, y la reducción en el suministro está elevando los precios en la bomba para la gran mayoría de los estadounidenses.
El presidente está comprometido a hacer todo lo que esté a su alcance para ayudar a las familias que, como resultado, están sufriendo a su vez alzas de precios en muchos otros bienes. Ante tan masiva liberación surgen algunas preguntas: ¿qué son las reservas estratégicas? y más importante aún, ¿cómo afectarán estas reservas al precio de mercado del petróleo en el resto del mundo?
Las reservas estratégicas de petróleo en Estados Unidos
Se denomina reservas estratégicas a los cientos de millones de barriles de petróleo que el gobierno de los Estados Unidos resguarda en cavernas de sal ubicadas en Texas y Luisiana. Su objetivo: garantizar el suministro siempre que haya una crisis que aumente los precios de esta materia prima.
Algunos expertos afirman que hay aproximadamente 568 millones de barriles en la reserva en este momento. La idea surgió en la década de 1970 después de una de las crisis energéticas más severas de la historia. En ese momento, el país dependía de Medio Oriente para generar una afluencia de petróleo, la región en la que precisamente se desató la crisis.
Estados Unidos no quería estar en deuda con otras naciones en tiempos de crisis, por lo que fundó la Reserva Estratégica de Petróleo.
¿Cómo afectarán las reservas de petróleo a su precio en el mercado?
Sobre el papel, la idea es que más petróleo en el mercado significará precios más bajos no solo para los estadounidenses, sino para el resto del mundo, si se toma en cuenta la ley de la oferta y la demanda. Pero Estados Unidos consume alrededor de 20 millones de barriles de petróleo por día, y el presidente Biden está inyectando temporalmente apenas 1 millón de barriles más.
En ese contexto, es complicado que cualquier tipo de liberación tenga un impacto real en el mercado global, ya que el consumo doméstico es demasiado alto. Aún así, cuando se combinan con otras herramientas, las reservas estratégicas de petróleo podrían al menos reducir los precios de la gasolina en varios lugares. Si otros países con reservas estratégicas de petróleo liberan sus propios barriles, ello aliviaría aún más la presión, y tendría sin duda un mayor impacto en los precios que del resto del mundo.
Por otro lado, recurrir a estas medidas también supone un riesgo, ya que habrá menos petróleo para ser usado en caso de una crisis futura, y reforzar las reservas requiere que el gobierno compre más crudo a marchas forzadas, algo que podría tomar años.
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