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En América Latina, donde los microempresarios enfrentan desafíos constantes para mantener su flujo de ingresos y asegurar pagos puntuales, la tecnología conversacional empieza a jugar un papel clave. Chain, un asistente impulsado por inteligencia artificial permite cobrar de forma automática a través de WhatsApp, sin fricción ni necesidad de instalar aplicaciones adicionales.
Pulso Capital entrevistó a Melina Cruz, parte del equipo creador de esta solución que busca transformar la manera en que los pequeños negocios gestionan sus cobros. Chain automatiza el proceso desde el primer contacto: registra clientes frecuentes, configura suscripciones recurrentes, realiza seguimientos personalizados y permite cobrar incluso antes de prestar un servicio. Todo, desde la app de mensajería más usada de la región.
Una herramienta que libera tiempo y mejora la experiencia del cliente
La propuesta de Chain combina facilidad de uso con eficiencia operativa. Con solo tres pasos —registro, creación de suscripciones y cobros automáticos— cualquier emprendedor puede empezar a recibir pagos a través de Stripe, una de las plataformas más reconocidas del mundo. Los mensajes de cobro se envían directamente por WhatsApp, respetando el tono del usuario y generando una experiencia amigable para el cliente final.
Entre sus beneficios, destacan la posibilidad de recibir pagos al día siguiente, evitar llamadas de cobranza, mantener control de las transacciones en tiempo real y garantizar cobros seguros sin preocuparse por clientes morosos. Chain no solo soluciona un problema financiero, sino que permite a los emprendedores enfocarse en lo que realmente importa: hacer crecer su negocio.
A continuación, parte de la conversación con Melina Cruz
¿Cómo surgió la idea de Chain y qué necesidad específica de los microempresarios en LATAM busca resolver?
La decisión de crear Chain surge de una experiencia acumulada. Dana y yo llevamos más de una década involucradas en el mundo del emprendimiento, y en ese tiempo hemos visto de cerca uno de los grandes dolores de las empresas en Latinoamérica: los problemas de cobro y flujo de caja.
En mis emprendimientos anteriores viví lo complicado que puede ser cobrar, incluso más cuando tienes varios clientes. En Latinoamérica, la cultura de pago no es la ideal: cobrar es incómodo, y muchas veces nos da pena pedir lo que ya trabajamos. Esto, sumado a la falta de herramientas adecuadas, afecta directamente la salud financiera de las empresas.
Durante estos años vimos muchas compañías morir por no saber cobrar a tiempo. De hecho, el 35% de las pequeñas empresas quiebran por problemas de flujo de caja. Es un dato alarmante, pero también valida el problema que queremos resolver con Chain.
Nos enfocamos especialmente en las microempresas porque son las más afectadas. Muchas aún usan libretas o Excel para llevar el control de sus cobros, y no tienen acceso a soluciones tecnológicas pensadas para ellas.
Y lo más importante: detectamos que el canal principal por el que estos negocios ya se comunican con sus clientes es WhatsApp. Allí agendan, cotizan y dan seguimiento. Por eso decidimos desarrollar Chain como un asistente que automatiza los cobros directamente desde esa plataforma, haciéndolo simple, natural y accesible para todos.
Chain automatiza los cobros desde WhatsApp, incluso antes de prestar el servicio. ¿Cómo logran mantener la confianza del cliente en este proceso automatizado?
En Chain siempre recomendamos a nuestros usuarios —a quienes llamamos Chainers— mantener una comunicación clara con sus clientes. Es importante que informen que recibirán mensajes de cobranza únicamente desde un número específico, para evitar confusiones o fraudes como el uso indebido de tarjetas en sitios no confiables.
Desde Chain trabajamos activamente para garantizar la seguridad de todos los cobros. Utilizamos Stripe, una reconocida plataforma internacional de pagos, para procesar tarjetas con altos estándares de encriptación y protección de datos. Además, validamos el número desde el cual se envían los mensajes de cobranza, asegurando que los clientes siempre puedan identificar que se trata de un cobro legítimo hecho por Chain.
Así, combinamos una comunicación proactiva por parte de los Chainers con una infraestructura tecnológica robusta para proteger tanto a quienes cobran como a quienes pagan.
El enfoque inicial es el sector wellness. ¿Qué características vieron en este segmento que lo hacen ideal para lanzar Chain y cómo planean escalar hacia otros sectores?
Algo que nos emociona mucho a Dana y a mí, aunque también representa uno de nuestros mayores retos, es lo fragmentado que está el segmento de los micro y pequeños negocios. Sabemos que es difícil llegar a ellos porque están muy dispersos y cada uno opera de manera distinta. Sin embargo, eso mismo nos motiva, porque, aunque hay muchas empresas desarrollando tecnología increíble, muy pocas voltean a ver a este segmento.
Se trata de negocios con tickets promedio bajos, equipos reducidos y que, en su mayoría, no son expertos en tecnología. Sin embargo, ahí es donde identificamos una gran oportunidad: desarrollar soluciones tecnológicas pensadas para quienes aún no son expertos digitales, sin obligarlos a abandonar las herramientas que ya conocen y utilizan. Por ejemplo, no tiene sentido crear una alternativa a WhatsApp si podemos construir sobre esa misma plataforma una infraestructura útil que los ayude a profesionalizar y hacer crecer sus negocios.
Una anécdota reciente lo ilustra: nos preguntaban cuándo un usuario dejará de usar nuestra herramienta porque ya no le funcione. Nuestra respuesta fue que muchas veces ese momento no llega porque, desafortunadamente, muchos de estos negocios no sobreviven. Entonces, si algún día un cliente deja nuestra herramienta porque su empresa creció tanto que ya necesita algo más robusto, eso significará que logramos nuestro objetivo: ayudarle a estabilizar su flujo de caja, crecer y sobrevivir.
En resumen, nos ilusiona mucho poder penetrar un segmento desatendido y disperso, y que estas microempresas, que muchas veces sostienen la economía de forma invisible, puedan dar el siguiente paso en su evolución.
La estrategia go-to-market (GTM) apuesta por canales orgánicos como referidos y grupos de WhatsApp/Facebook. ¿Qué resultados han visto hasta ahora y qué aprendizajes han obtenido sobre este tipo de crecimiento?
Sí, como parte de nuestra estrategia de go-to-market (GTM), hemos identificado tres pilares clave que queremos validar en esta próxima etapa.
La primera, aunque quizás la más tradicional y menos emocionante, es la publicidad pagada (paid advertising), especialmente en plataformas que comparten audiencia con nuestro segmento, como las del ecosistema de Meta.
Las otras dos estrategias nos entusiasman más porque están alineadas con el espíritu de comunidad que queremos construir en Chain —de ahí el nombre, que remite a una cadena de valor colaborativa.
La segunda estrategia es un sistema de referidos. No solo entre los trainers que ya usan Chain, sino también desde sus propios clientes. Es común que un cliente pague a varios profesionales del mismo rubro o de rubros relacionados, lo que abre la posibilidad de que recomiende a otros prestadores de servicio con los que ya trabaja, integrándolos al flujo de cobranza y obteniendo a cambio algún beneficio.
Por otro lado, también hemos visto tracción en los referidos entre trainers. Muchos de los nuevos usuarios han llegado porque un trainer satisfecho recomienda la herramienta a un colega: por ejemplo, un nutriólogo que refiere a alguien que dirige un club de running o un gimnasio de CrossFit.
La tercera línea de acción tiene que ver con alianzas estratégicas con otras plataformas de software que ya están presentes en el ecosistema de nuestros usuarios. Aunque este segmento ha sido poco atendido en temas de cobranza, muchos ya usan herramientas para agendar citas o gestionar ventas básicas con CRMs simples. Esto abre la puerta a colaboraciones cruzadas con empresas que también buscan aportar eficiencia tecnológica a este tipo de negocios.
Uno de los diferenciadores de Chain es que mantiene el tono del usuario en sus mensajes. ¿Cómo desarrollaron esta capacidad conversacional y qué impacto tiene en la experiencia del cliente?
En el desarrollo de agentes de inteligencia artificial, especialmente los conversacionales, el lenguaje está en constante evolución. Herramientas como ChatGPT, Gemini o DeepSeek mejoran cada día su capacidad para adaptarse al tono y estilo que prefiere cada usuario. Por eso, quienes usamos IA debemos entrenar constantemente estos sistemas y entender cómo interactuar con ellos.
En Chain, este aprendizaje no está completamente resuelto; está en permanente desarrollo. Un enfoque clave es comprender las dinámicas de pago del cliente final. Por ejemplo, hay personas que necesitan varios recordatorios antes de pagar, como es el caso de Melina, quien requiere hasta tres o cuatro mensajes antes de realizar una transacción. Otros, en cambio, responden con un solo mensaje en el momento adecuado.
El horario de envío de los mensajes también influye: un recordatorio entre las 6 y 8 de la noche puede ser mucho más efectivo que uno enviado durante el horario laboral. Además, el tono del mensaje es crucial: algunos clientes responden mejor a un mensaje emocional o amigable, mientras que otros prefieren uno más directo.
La meta de Chain no es construir un simple bot con reglas fijas, sino un agente conversacional inteligente que entienda las particularidades de cada usuario y cliente final. Esto permite personalizar la frecuencia, el tono y el horario de los mensajes para lograr mejores tasas de conversión hacia el pago.
¿Cuál ha sido el mayor reto al construir y lanzar Chain, y qué hitos consideran fundamentales para su evolución en los próximos 5 años?
Lanzar una nueva compañía siempre representa un gran reto, incluso si ya se tiene experiencia previa como fundadores. En este caso, el compromiso total —en tiempo, dinero y esfuerzo— con el nuevo proyecto fue una decisión importante y desafiante.
Uno de los principales aprendizajes vino de validar hipótesis desde el MVP (producto mínimo viable). Una gran duda era si las personas confiarían en realizar pagos a través de un link de WhatsApp desde un número desconocido. Sin embargo, el crecimiento constante en transacciones semanales y nuevas suscripciones demostró que sí existe confianza por parte de los usuarios.
El sistema ha mostrado una mayor efectividad de cobro en comparación con métodos tradicionales. Por ejemplo, un «chainer» que comenzó con 7 a 10 clientes ahora gestiona entre 30 y 50, lo cual demuestra que el producto tiene potencial de crecimiento sostenido.
Además, se ha aprendido que, aunque el sistema facilita recordatorios de pago y permite transaccionar con Stripe, muchos usuarios prefieren métodos como efectivo, transferencias o CODI, comunes en México y en toda Latinoamérica. Esto representa un nuevo reto: ofrecer más opciones de pago desde el mismo canal y capturar valor del recordatorio de cobranza, incluso si el pago no ocurre directamente ahí.
En paralelo, se continúa desarrollando a Lana, un agente conversacional más avanzado, capaz de entender errores, emojis y adaptarse a los estilos de comunicación de cada usuario. Todo esto ha permitido identificar con claridad el problema, el canal adecuado y el camino para escalar el negocio de forma efectiva.
¿Qué significa para la empresa haber ganado el CAFI Pitch Season?
Creo que son varias las razones. Lo primero es que participar y presentar nuestro proyecto frente a distintos actores del ecosistema nos empodera mucho. Nos da una sensación de certeza al ver que personas que evalúan decenas de empresas a diario valoran positivamente lo que estamos construyendo.
Esto nos reafirma que vamos en la dirección correcta, que estamos desarrollando algo relevante y con impacto, no solo para México, sino para toda la región. Aunque somos dos fundadoras mexicanas, hemos tenido la oportunidad de crear soluciones para distintos países, y este tipo de validación refuerza nuestra visión regional.
Además, nos permite amplificar nuestro mensaje. En esta etapa, donde estamos levantando una ronda pre semilla y sumando inversionistas ángeles, sindicatos y otros founders, tener visibilidad en estos espacios nos ayuda a abrir conversaciones clave sin depender únicamente del contacto uno a uno.
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