Guatemala vuelve a dar el salto a la fama ahora de la mano del Doctor Shaun Murphy en la serie The Good Doctor. La serie se ha hecho popular por plasmar en la pantalla la historia de un joven cirujano con autismo y síndrome de sabio, o savant, que utiliza sus extraordinarios dones para salvar vidas y desafiar el escepticismo.
En el episodio 19 de la temporada 4, titulado a la sazón como «Venga», Murphy y la mayor parte del personal del hospital viaja a Guatemala en un autobús extraurbano en el que puede leerse «Xela, Quetzaltenango», en donde serán parte de una misión humanitaria para ayudar a otros. En la superficie, no hay una causa más noble que esta. Estarán salvando vidas, especialmente las de aquellos que de otro modo no tendrían ninguna posibilidad, y lo hacen nada menos que en el país centroamericano.
En algunas de las escenas en carretera pueden verse nombres tan conocidos para los guatemaltecos como Totonicapán, Parizité y Chinique. Una vez en Guatemala, no solo se enfrentan a decisiones médicas desgarradoras en un entorno para ellos desconocido, sino que también deben abordar el tenebroso hecho de elegir qué pacientes entre cientos tienen el potencial más viable de curación y supervivencia.
Es una excelente noticia para países como Guatemala que programas de alcance visual global como The Good Doctor apuesten por el realismo, y exploren los escenarios que se viven en otros contextos. Ya hay demasiados programas y series estadounidenses que hacen del idioma inglés y de su realidad en particular algo céntrico, y todo lo demás está destinado únicamente a girar en torno a ello. ¡Enhorabuena Doctor Murphy!