Desde la perspectiva de Intel, invertir en Costa Rica ha dado muchos frutos, razón por la que la corporación aumentará su inversión planificada en ese país hasta los $600 millones, y contratará a 600 personas más en el proceso.
La presencia de Intel en Costa Rica fue el resultado del compromiso del gobierno de atraer inversión extranjera como un medio para impulsar el desarrollo. Mientras que muchos de sus vecinos centroamericanos habían optado por la privatización de empresas estatales en los años 90, el ex presidente de Costa Rica, Miguel Ángel Rodríguez, buscó atraer inversión extranjera para estimular grupos de empresas locales de alta tecnología y convertir a su país en una potencia exportadora.
Costa Rica, un imán para las inversiones extranjeras
Hoy el país lidera la atracción de este tipo de inversiones en la región. Se ha transformado en un imán de multinacionales como Microsoft, Intel, Hewlett Packard, Google, o Amazon. Países como Guatemala, Honduras, o El Salvador, han concentrado sus esfuerzos en la industria de los BPOs, pero ha sido Costa Rica la que se ha llevado la tajada de la manufactura tecnológica, algo que sin duda incide en el desarrollo y la calificación de sus trabajadores.
El presidente Carlos Alvarado calificó la expansión de Intel como «una extraordinaria señal de confianza en Costa Rica y en nuestro talento humano». La nueva inversión será parte de la división de Operaciones y Fabricación de Intel, e involucra el ensamblaje y prueba de microchips.
Intel ya cuenta también con un Centro de Investigación y Desarrollo, además de un Centro de Servicios Globales en Costa Rica. La empresa ha operado en Costa Rica desde 1997, cuando ayudó a establecer el país como un centro tecnológico para la región.
En el año 2000, los microchips representaban el 36% de las exportaciones totales del país, y cuando Intel cerró su planta de ensamblaje de chips en 2014, su producción representaba más de una cuarta parte de las exportaciones de Costa Rica. El final de la colaboración de la empresa en el país supuso el despido de 1.500 empleados, un duro golpe a la economía del país centroamericano.
Hoy, esa situación ha sido olvidada, y no hay duda que el volumen de tal inversión dejará sentir su impacto positivo en el país incluso en el corto plazo. Intel Costa Rica también opera un centro de servicios que brinda apoyo financiero, recursos humanos, ventas y marketing, para toda la corporación.
La empresa emplea a más de 2.200 personas en Costa Rica, a las que se sumarán las nuevas contrataciones, y su sede se encuentra en Belén, Heredia, al noroeste de la capital.