Cuando cumples con las expectativas, cuando haces una promesa y la cumples, cuando tu calidad está dentro de las especificaciones, decimos «por supuesto».
Por otro lado, si aumentas las expectativas sin descanso, si prometes demasiado y agregas un poco de publicidad, es casi seguro que no cumplirás tus sueños y esperanzas. Sin embargo, al mismo tiempo, esas esperanzas generadas son tu propio tipo de placebo, una disonancia cognitiva interna que hará que a algunas personas les guste más su trabajo que si simplemente hubieran prometido menos.
Y, por último, si inviertes el tiempo, la atención y el dinero para entregar mucho más, probablemente no obtengas tantas ganancias hoy, pero ese desequilibrio a menudo se compensa con el boca a boca a tu favor. Cuando sorprendas y deleites, tus fans te lo agradecerán.
Cien años dentro de la era industrial, cada una de estas formas de expectativa se ha convertido en su propia señal. Hemos establecido expectativas sobre expectativas. No puedes recaudar dinero de un fondo de capital de riesgo si les dices exactamente cómo serán los números, y nadie se sometería a una cirugía si los cirujanos tuvieran claros todos los detalles.
El desafío es asegurarnos de colocar las expectativas correctas en las categorías correctas.
Publicada en: Blog de Seth (04.04.2022)