Esta puede ser una pregunta incómoda. No porque ninguno de nosotros tenga tiempo ilimitado y dinero ilimitado, sino porque nos pone en aprietos de varias maneras:
- ¿Eres capaz de entender el proyecto lo suficientemente bien como para ponerle límites? Si no lo haces, ¿estás lo suficientemente consciente como para anunciar lo que necesitarás aprender para poder hacerlo?
- ¿Estás dispuesto a encargarte de la gestión del trabajo para llegar a tiempo y hacerlo dentro del presupuesto?
- ¿Te sientes lo suficientemente cómodo con tus proveedores y tu equipo para aceptar la responsabilidad del trabajo que les pides que hagan?
- ¿Eres un perfeccionista que no está dispuesto a enviar el trabajo hasta que alguien finalmente se siente frustrado, acorralado o arruinado, y eso hace que te lo quiten de las manos?
- La otra cara de la moneda: ¿puedes aceptar el hecho de que ningún proyecto es perfecto y que al crear un presupuesto te estás inclinando hacia límites que te convierten en un profesional cuando haces este trabajo?
Con demasiada frecuencia, preferimos decir: «Lo sabré cuando lo vea, es demasiado importante para comprometerse, le estás quitando toda la diversión, los contratistas no trabajarán con un presupuesto y… ¿No quieres que sea bueno?»
Pero, el mejor trabajo se envía regularmente a tiempo y dentro del presupuesto.
Publicado en Seth’s Blog el 25.06.2022