A Antonio Meucci se le reconoció oficialmente por el Congreso de los Estados Unidos (resolución 269 del 11 de junio del 2002) como el inventor del teléfono, esta mención, tardía por demás, puso fin a la disputa que en vida iniciara éste ingeniero italiano educado en la Academia de Bellas Artes de Florencia contra Alexander Graham Bell por la patente del teléfono.
Meucci migrante italiano, se estableció en Nueva York en el año de 1850 después de haber pasado por Cuba, país en donde ya había iniciado los experimentos iniciales del telégrafo con voz, pero es hasta su llegada a la gran manzana en que se empeña en perfeccionar su invento para facilitar la comunicación con su esposa que víctima de serios problemas reumáticos tenía problemas para desplazarse.
Meucci, más allá del amor que le profesaba a su esposa siempre supo del enorme potencial que encerraba su creación, por ello intentó patentar su invento entre los años 1871 y 1873, pero lamentablemente no alcanzó los fondos suficientes para poder proteger la propiedad intelectual del prototipo que ya había exhibido en Estados Unidos y en último intento en el año 1874, hace una presentación a una empresa telegráfica con la que no logró llegar a ningún acuerdo, dos años después, en 1876 Alexander Graham Bell presentó la documentación completa y registró como suyo el “invento” del teléfono que tuvo un sonado éxito en la exposición universal de Filadelfia Estados Unidos.
Se puede señalar sin lugar a dudas, que es a partir de 1876, que el mundo acortó las distancias y comenzó una larga carrera de éxitos en materia de comunicaciones en la que resaltan cuatro hechos relevantes; el primero corresponde a la instalación de la primera central telefónica en New Haven Connecticut en 1878; el segundo, al hito logrado por Guillermo Marconi en 1901 al lograr la primera comunicación transatlántica, el tercero, a la visión e imaginación de Arthur C Clarke con la descripción que hizo las comunicaciones satelitales en el año 1945 y finalmente la invención del teléfono móvil que la empresa Motorola presentó al mundo en el año 1983.
Han pasado ya más de 148 años de la primera comunicación de Antonio Meucci con su esposa y es indudable que hemos cambiado todas nuestras formas de comunicación.
Hoy la tecnología nos apabulla, nos absorbe, nos vuelve más vulnerables y a la larga hemos ido perdiendo poco a poco ese contacto vital que da la conversación cara a cara y quizás lo que es peor nos volvimos dependientes de un minúsculo aparato llamado hoy teléfono inteligente.
Tenemos enormes retos en materia de comunicación y hoy a pesar de la vorágine de inventos y la reducción de las distancias se impone hacer un alto en el camino y reeducarnos en los abrazos, en el contacto físico, en el privilegio de atender a nuestros amigos o familiares y quizás, porque no, vacacionar sin comunicaciones para volver a ser libres.
Publicada en diarioextra.com (22.02.2016)