La pandemia de Covid-19 provocó un tránsito masivo hacia los pagos digitales, una tendencia que no parece disminuir gracias a que un número cada vez mayor de personas se sienten cómodas haciendo más transacciones en línea.
Según un informe realizado en Panamá por Visa, el uso de canales de pago no presenciales se incrementó hasta en un 42%, dada la gran apuesta por el mundo digital que se ha puesto en marcha en este país, y sin duda en la región. En Guatemala por ejemplo, la Superintendencia de Bancos (SIB), ha alertado que el incremento en el uso de pagos digitales tiende a coincidir con tentativas del cibercrimen en contra de la estabilidad del sistema financiero supervisado.
Por esa razón, fortalecer este tipo de procedimientos financieros en línea sigue siendo una de las prioridades de este país. Sin duda, el cambio a métodos de pago digitales más sólidos se estaba produciendo en la región mucho antes de la pandemia. Pero a medida que las tiendas cerraron, y los consumidores se vieron obligados a comprar casi todo en línea, las formas de pago sin contacto aumentaron drásticamente.
Ahora, muchos consumidores y propietarios de negocios por igual, consideran que ofrecer métodos de pago sin contacto es una de las medidas de seguridad más importantes que pueden ofrecer las tiendas.
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Menos contacto y más comodidad
La pandemia cambió lo que los consumidores quieren al momento de pagar. Este es un patrón que recorre todas las interacciones digitales, ya que buscan cada vez más el menor contacto físico a cambio de una cómoda transacción digital, sin necesidad siquiera de ver la cara a nadie más. En ello Panamá y sus hermanas repúblicas centroamericanas no han sido la excepción.
El Covid es sin dudas el gran catalizador para la adopción de pagos digitales y formas digitales de comercio, y la tendencia habla de las preocupaciones de salud y seguridad tanto de las empresas como de los consumidores. Pero, los expertos aseguran que la conveniencia, la velocidad, y la seguridad de los pagos digitales, seguirán siendo imprescindibles para los consumidores mucho después de que la pandemia deje de ser noticia.