Una de dos cosas es cierta:
Un placebo es una fuerza más allá de nuestra comprensión, capaz de desaparecer cuando hacemos las pruebas apropiadas y tiene mecanismos que desafían nuestro conocimiento de las leyes de la física.
O bien…
Un placebo es un estímulo para que nuestro subconsciente haga el trabajo duro de curar nuestro cuerpo, aumentar nuestra satisfacción o maximizar nuestro rendimiento.
Creo que la segunda opción es mucho más probable y, en última instancia, nos beneficia más.
Cuando alguien dice: «eso es solo un placebo», están subestimando la magia de la cultura y el poder de nuestras mentes para influir en el rendimiento de nuestros cuerpos. Quizás sería más preciso decir: «tenemos la suerte de tener disponible un placebo poderoso».
Los proveedores de zapatillas de lujo, bolsos de diseñador, vinos raros, acupuntura y remedios herbales pueden enorgullecerse del trabajo de producir las condiciones donde los placebos tienen su máximo impacto.
Si no nos está ayudando a creer, entonces no está diseñado correctamente.
Publicado en Seth’s Blog (28.04.2023)