En un mundo laboral en constante evolución, la capacitación y la educación son esenciales para el desarrollo y el éxito de los empleados en las empresas. Un entorno laboral eficaz no solo se basa en la experiencia previa, sino también en el aprendizaje continuo que permite a los trabajadores adaptarse a nuevas tecnologías y prácticas. Es aquí donde entra Quix, una startup innovadora que ha revolucionado la forma en que las empresas pueden capacitar a sus colaboradores.
Fundada en 2024 por Santiago Gómez, Carlos Alarcón, Julia Insua e Ignacio Barrea, Quix ha creado una plataforma SaaS que permite a las empresas ofrecer capacitaciones personalizadas a través de WhatsApp, facilitando un acceso más eficiente y flexible a la formación.
Además, la startup se destaca por su enfoque en la accesibilidad y la personalización, permitiendo que los empleados, especialmente aquellos que no tienen acceso constante a computadoras, reciban la capacitación que necesitan de manera oportuna. Con un costo accesible de solo US$5 por empleado, la plataforma no solo proporciona contenido a medida, sino que también promueve la interacción y la retroalimentación inmediata, optimizando así el proceso de aprendizaje. En esta entrevista, Santiago Gómez compartirá más sobre la visión de Quix, su modelo de negocio y cómo están transformando la capacitación empresarial en Latinoamérica.
Innovación en Capacitación Laboral
Quix no solo se limita a ofrecer cursos, sino que también utiliza herramientas interactivas como cuestionarios, contenido multimedia y recordatorios automáticos, lo que asegura que cada empleado reciba formación adaptada a sus necesidades específicas. A medida que la empresa se expande en el mercado latinoamericano, el equipo de Quix está comprometido en mejorar continuamente su plataforma y brindar un servicio excepcional a sus clientes.
Pulso Capital conversó con Santiago Gómez, cofundador y CRO de Quix, quien compartió los objetivos de la startup, las características que diferencian su plataforma en el sector, sus planes de expansión y el impacto de haber sido reconocidos en el CAFI Pitch Season.
A continuación, parte de la conversación:
- ¿Qué los motivó a usted y a sus cofundadores a crear Quix? ¿Cuál fue la inspiración detrás de esta idea?
Quix es una startup que lanzamos hace cinco meses. Somos cuatro socios, dos colombianos y dos argentinos, con experiencia en la industria de la educación y la tecnología. Durante estos años, identificamos un problema sin solución eficaz en el mercado: la capacitación a medida para aquellos empleados que no trabajan frente a una computadora. Descubrimos que más del 80% de la fuerza laboral en Latinoamérica no usa una computadora en su trabajo, pero aun así, las empresas necesitan capacitarlos con programas personalizados. Tras dialogar con varias empresas y conocer este gran desafío, decidimos dejar nuestros trabajos y emprender.
Con Quix, desarrollamos un agente de inteligencia artificial que permite a cualquier empresa crear un programa de capacitación 100% personalizado en menos de 48 horas y distribuirlo a sus empleados mediante WhatsApp, la herramienta de comunicación más utilizada en la región. Este agente no solo envía cápsulas de video, sino que también interactúa mediante el chat para confirmar que los empleados realmente están aprendiendo.
- ¿Qué tipo de sector ustedes brindan este programa de capacitación?
Nosotros no creamos los programas de capacitación para las empresas; lo que desarrollamos es una plataforma que les permite autogestionar la creación de su propio contenido. Actualmente, estamos enfocados en sectores como retail, venta directa y manufactura, aunque también trabajamos con clientes de otras industrias, ya que Quix puede ser útil para cualquier empresa con 200 o 300 empleados. Cuando las empresas necesitan crear un nuevo curso, simplemente acceden a nuestra plataforma, suben el contenido que ya tienen en cualquier formato y responden a preguntas clave, como el objetivo del curso y el público al que va dirigido. Con esta información, el sistema les entrega el curso completamente desarrollado en menos de 48 horas.
- ¿Cómo creen que Quix se diferencia de otras plataformas de capacitación corporativa existentes?
La diferencia con nuestra solución es que cubrimos todas las etapas del proceso de capacitación, de principio a fin. Hoy en día, las empresas suelen encontrar en el mercado plataformas o agencias que desarrollan programas de capacitación a medida, pero estas cobran generalmente más de US$ 5,000 por curso y tardan más de dos meses en entregarlo. Además, una vez que el curso está listo, las empresas deben encargarse de distribuirlo entre sus empleados y gestionar las evaluaciones por su cuenta.
Nosotros, en cambio, ofrecemos una solución integral: desarrollamos el contenido o curso, lo distribuimos directamente a los empleados, evaluamos su aprendizaje a través de WhatsApp, y proporcionamos un reporte en tiempo real. En este reporte, la empresa puede ver desde una visión macro hasta el progreso de cada empleado en particular, identificando patrones de comportamiento, los temas que más generan preguntas y aquellos en los que tienen mejor dominio. Además, la interacción con el chat es abierta, permitiendo que el empleado responda con texto, en lugar del típico formato de selección múltiple, lo que enriquece la experiencia de aprendizaje.
- ¿Por qué optaron por utilizar WhatsApp como medio principal de distribución de los cursos? ¿Qué ventajas creen que ofrece esta plataforma?
Nuestro objetivo principal es implementar la capacitación a través de WhatsApp; sin embargo, podemos adaptarnos a cualquier canal de comunicación que la empresa prefiera. Elegimos WhatsApp como la opción más efectiva porque es una herramienta que prácticamente todos saben usar. Al visitar plantas de producción de grandes empresas en Latinoamérica, vimos que muchos operarios, que quizás no saben manejar una computadora o no tienen una en casa, utilizan WhatsApp con facilidad, enviando stickers y memes. Esto la convierte en una herramienta accesible para cualquier persona con un teléfono en el bolsillo. Además, WhatsApp es una aplicación gratuita y disponible en casi todos los planes de celular en la región, lo que nos permite alcanzar un gran volumen de usuarios de forma sencilla y escalable.
- ¿Podría explicarnos cómo funciona el modelo de suscripción de Quix y cómo ha sido recibido por sus primeros clientes?
Quix opera con un modelo de suscripción mensual o anual de US$5.00 por empleado al mes, lo cual permite a las empresas crear todos los cursos que necesiten en ese período. Las empresas han recibido muy bien este modelo, ya que antes ya invertían en capacitaciones, pero con Quix logran reducir esos costos entre un 50% y 70%. Nuestro enfoque en educación mediante tecnología nos permite ofrecer una solución más eficiente y económica. Actualmente, trabajamos con grandes compañías como Coca-Cola y Grupo Cristal, entre otros.
- ¿Cuáles son los criterios principales al personalizar las capacitaciones para diferentes empresas y sectores?
Te lo resumo en dos puntos. Primero, Quix permite adaptar el contenido a la cultura local: si una empresa guatemalteca necesita capacitar a su equipo, el tutor o avatar creado con inteligencia artificial utiliza léxico y acento “chapín”, logrando una mayor conexión con el empleado y elevando el nivel de engagement. Lo mismo ocurre en Colombia, donde el avatar habla con acento colombiano, lo que también refuerza la cercanía.
Segundo, la personalización del contenido es esencial, ya que no todos los temas se aplican de la misma manera en todas las empresas. Por ejemplo, si quiero enseñar inglés, puedo usar un curso estándar porque el idioma es universal. Pero, si necesito enseñar el proceso específico de cómo funciona una plataforma como Pulso Capital, es distinto de otras empresas similares, por lo que el contenido debe ser 100% personalizado a la organización.
- Quix ofrece seguimiento y monitoreo de progreso en cada curso, ¿podría describir cómo las empresas usan estas métricas para mejorar el desempeño de sus empleados?
En primer lugar, Quix ha sido muy útil para la retención de personal, ya que proporciona a los empleados las herramientas necesarias para desempeñar bien su trabajo. Recientemente, una empresa nos comentó que, antes de usar Quix, perdían muchos empleados debido a una capacitación inadecuada. Es como si te invitaran a correr una maratón sin decirte cómo vestirte, y terminas yendo en jeans y tacones; la mala experiencia hace que no quieras volver.
Además, las métricas que Quix proporciona ayudan a las empresas a tomar decisiones informadas. Muchas veces, los empleadores no tienen visibilidad sobre el desempeño de los operarios o desconocen sus áreas de dificultad. Con Quix, cuando cientos de empleados interactúan por el chat, la empresa puede identificar áreas en las que requieren más capacitación o motivar con incentivos para otros cursos. Esto también les permite comparar el impacto de la capacitación, por ejemplo, en el aumento de ventas, especialmente útil en puntos físicos donde capacitamos a vendedores y se puede medir su crecimiento en ventas.
- ¿Cómo piensan escalar Quix a nuevos mercados en los próximos años y qué expectativas tienen en cuanto a crecimiento internacional?
Estamos muy enfocados en Colombia y Argentina, ya que somos de estos dos países y contamos con una red sólida de contactos y aliados allí. Estamos próximos a cerrar una ronda de inversión que nos permitirá consolidar nuestra presencia en estos mercados y, luego, expandirnos hacia México.
Nuestra visión se centra en llegar a la base de la pirámide laboral: todos aquellos roles operativos que no usan computadoras y que, durante años, solo han recibido capacitaciones mínimas, como leer normativas extensas o asistir a cursos presenciales de ocho horas, lo cual ya no es efectivo. Queremos ofrecer una capacitación relevante y práctica a millones de personas y ayudar a las empresas a resolver esta necesidad crítica.
- Finalmente, ¿Cómo visualizan a Quix en los próximos 3-5 años? ¿Qué les gustaría lograr en términos de impacto en el sector de capacitación corporativa?
Proyectar a 3 a 5 años es algo incierto, ya que en el mundo de las startups a veces es difícil anticipar incluso la próxima semana. Sin embargo, en un panorama realista y ambicioso, nuestro objetivo para el próximo año es alcanzar nuestro primer millón de dólares, lo cual implica capacitar a más de 17,000 personas. Mirando a un horizonte de 3 a 8 años, aspiramos a tener presencia en múltiples países, capacitando a millones de empleados en grandes corporaciones. También queremos desarrollar planes de carrera dentro de las empresas, permitiendo que, por ejemplo, alguien que opera una máquina en una fábrica pueda adquirir nuevas habilidades y avanzar profesionalmente dentro de su organización.
- ¿Qué significa para ustedes haber sido galardonados con el premio CAFI Pitch Season?
Cuando participamos en el evento Volcano Summit en Guatemala, llevábamos solo tres meses en operación y logramos ganar el Startup Avenue. Esto fue un arma de doble filo: por un lado, nos dio un impulso y nos confirmó que íbamos por buen camino; por otro, generó más atención y expectativas, lo cual significa que debemos seguir superándonos. Más adelante, al ser seleccionados en la CAFI Pitch Season, obtuvimos otra reafirmación de que nuestro producto no solo capta interés, sino que también tiene potencial para penetrar el mercado latinoamericano y llegar a grandes corporativos.
Conclusión de Santiago Gómez
Para complementar, es importante mencionar que a medida que aumenta el número de estudiantes, la calidad de la educación tiende a disminuir. Esto se entiende, ya que es diferente ser profesora en un salón con 10 estudiantes que en uno con mil. Sin embargo, nosotros queremos cambiar esta realidad. Gracias a la inteligencia artificial y la tecnología, tenemos la capacidad de mantener la calidad educativa sin importar la cantidad de alumnos. Mis socios y yo tenemos visiones complementarias en áreas como negocios, finanzas, tecnología y, sobre todo, educación. Estamos convencidos de que la plataforma que estamos desarrollando garantizará capacitaciones de alta calidad, ya sea para una persona, diez o miles.
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