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Las empresas emisoras de crédito, incluidas cooperativas y fintech, enfrentan importantes retos en la era digital. La creciente preferencia de los usuarios por realizar trámites financieros desde dispositivos móviles ha forzado a estas entidades a adaptarse rápidamente. Sin embargo, este cambio tecnológico no está exento de obstáculos.
Desde la necesidad de simplificar la tramitología, hasta garantizar un acceso seguro a los datos y construir confianza entre los usuarios, estas empresas deben sortear múltiples desafíos para mantenerse competitivas. En este artículo, se examinarán a fondo estos tres retos clave y cómo pueden ser abordados eficazmente por las empresas emisoras de crédito.
Desplazamiento y tramitología
Uno de los retos más significativos para las empresas emisoras de crédito en la era digital es el desplazamiento y la tramitología. Según un estudio de Inmark realizado en 2023, en Colombia, las pequeñas y medianas empresas (pymes) están adoptando con rapidez la banca móvil, alcanzando una penetración del 45.5 %. Este dato evidencia que los usuarios prefieren manejar sus finanzas desde sus dispositivos móviles para evitar visitas físicas a oficinas.
El tiempo es un recurso valioso, y la tramitología tradicional, con largas filas y procesos burocráticos, se percibe como una barrera innecesaria. Por lo tanto, las empresas emisoras de crédito deben adaptarse y digitalizar sus procesos para eliminar la necesidad de desplazamientos físicos. Esto no solo implica trasladar los trámites a plataformas digitales, sino también simplificarlos para hacerlos más accesibles y eficientes. La capacidad de ofrecer servicios rápidos y cómodos desde cualquier lugar se convierte en un factor determinante para retener y atraer clientes en un mercado cada vez más competitivo.
Acceso a datos e infraestructura
El acceso a datos y la infraestructura tecnológica son otros grandes retos para las empresas emisoras de crédito en la era digital. La digitalización ha transformado el acceso a la información, permitiendo evaluaciones de riesgo más precisas y la creación de productos financieros personalizados. Sin embargo, este acceso también plantea desafíos críticos en términos de protección de datos y privacidad.
Las empresas deben asegurarse de que la información de sus clientes se maneje con el máximo nivel de seguridad, cumpliendo con todas las regulaciones vigentes en materia de protección de datos. Para enfrentar este reto, es indispensable contar con una infraestructura tecnológica avanzada. Esto incluye sistemas de almacenamiento y procesamiento de datos robustos, plataformas de análisis que puedan manejar grandes volúmenes de información y soluciones de ciberseguridad de última generación.
La plataforma Kontigo, por ejemplo, ha demostrado ser una herramienta valiosa al permitir la solicitud de créditos de manera ágil y segura. Kontigo realiza un análisis detallado del perfil financiero de los usuarios, facilitando la toma de decisiones informadas por parte de las entidades financieras en minutos, lo que demuestra la importancia de una infraestructura adecuada en este nuevo contexto digital.
Confianza
En el entorno digital, la confianza es un pilar fundamental para el éxito de las empresas emisoras de crédito. Al operar en un espacio virtual, es crucial que los usuarios se sientan seguros al compartir sus datos personales y financieros. La falta de confianza en la seguridad y transparencia del servicio puede resultar en la pérdida de clientes y daños a la reputación de la empresa.
Para mitigar este riesgo, las entidades financieras deben ser completamente transparentes en los términos y condiciones de sus servicios. Un ejemplo de buenas prácticas es la plataforma Kontigo, que proporciona acceso libre a la información de costos por cada transacción, lo que contribuye a construir una relación de confianza con los usuarios.
Además, al ofrecer un proceso de emisión de créditos más rápido y accesible, Kontigo reduce las barreras tradicionales, permitiendo que más personas accedan a servicios financieros sin las complicaciones habituales. Esto no solo mejora la experiencia del usuario, sino que también fortalece la confianza en la empresa y en el sistema financiero en general.
Adaptación y éxito en la emisión de crédito
Los desafíos que enfrentan las empresas emisoras de crédito en la era digital —desde la eliminación de la tramitología física hasta el acceso seguro a los datos y la construcción de confianza— son significativos, pero no insuperables. La adaptación a un entorno digital exige una transformación integral que incluye la digitalización de procesos, el fortalecimiento de la infraestructura tecnológica y la transparencia en la comunicación con los clientes.
Aquellas empresas que logren superar estos retos no solo se mantendrán competitivas, sino que también podrán ofrecer un servicio de mayor calidad, contribuyendo a una mayor inclusión financiera. La clave del éxito en esta era digital radica en la capacidad de adaptarse y evolucionar para satisfacer las necesidades de un mercado en constante cambio.
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