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Invertir en startups puede no ser una tarea fácil. Cuando el inversor piensa en financiar una empresa tan joven, todavía no hay suficiente información para saber si la startup en la que está invirtiendo tendrá éxito. Por lo tanto, estas operaciones suelen entrañar un gran riesgo.
En el año 2019 en Estados Unidos había 1.300 gestores de fondos de Capital Riesgo o Venture Capital (VC), con 445.000 millones de dólares en distintos activos gestionados. Esa suma da fe de la importancia y el crecimiento de las firmas de este sector, que suelen inyectar recursos a nuevas empresas en todas partes del mundo.
En general, entre las actividades principales de las firmas del sector se encuentran buscar, encontrar, analizar, invertir y ayudar a crecer a las startups en las que invierten.
¿Cómo funciona un fondo de Venture Capital?
La mayoría de las empresas de capital de riesgo tienen niveles de intervención como asociados o socios. Los asociados normalmente se reúnen con empresas emergentes en sus primeras etapas y encuentran inversiones potenciales, mientras que los socios se involucran cuando el negocio se vuelve más serio.
Un asociado puede ser promovido a socio cuando ha generado retornos sólidos para la empresa. Un día típico para un fondo VC incluye reunirse con empresarios, establecer contactos en eventos y buscar nuevas inversiones.
¿De dónde obtienen su dinero los fondos VC?
La mayor parte del dinero que utilizan las empresas de capital de riesgo para invertir proviene de una variedad de fuentes externas, como fondos de pensiones, fundaciones sin fines de lucro, compañías de seguros, particulares y empresas internacionales.
Los socios de una firma de capital de riesgo normalmente también invierten su propio dinero en el fondo, aunque en porcentajes de un solo dígito del total del fondo, la mayoría del cual proviene de fuentes externas.
¿Cómo invierten los fondos de Venture Capital en empresas emergentes?
Los capitalistas de riesgo suelen invertir durante lo que se denomina una ronda de inversión “Serie A”. Le siguen alfabéticamente las rondas “Serie B” y “Serie C”, cuyos montos crecen de una a otra, y en ocasiones involucran a un mayor número de inversores en cada etapa. Antes de estos, se obtienen las rondas de capital semilla, que son las primeras etapas de inversión, las de mayor riesgo.
Estas rondas suelen recaudar cantidades inferiores a las recaudadas en capital de riesgo e incluyen inversión ángel, apoyo de familiares y financiación colectiva.
La relevancia de la Curva J
La Curva J es importante porque refleja el rendimiento de la cartera de cada fondo, y se ha convertido en un referente en las operaciones de participación accionaria al retratar las principales etapas del ciclo de vida de la empresa en que se invierte, diferenciando a las empresas según el flujo de caja, la madurez de sus procesos, y el riesgo que representan.
Así, cuando los inversores institucionales de esta clase fondos deciden invertir definen sus estrategias de riesgo y rentabilidad en función de la curva, eligiendo el escenario concreto en el que actuarán.
Muchos fondos se especializan en áreas específicas de inversión, como la tecnología o incluso en segmentos dentro de esta, como lo serían la seguridad, la tecnología limpia o la tecnología financiera.
Los fondos de Venture Capital prestan atención a métricas importantes como la adquisición de clientes, el tamaño del mercado potencial, la planificación sólida, la tracción del producto y el valor de por vida del cliente.
Sin embargo, en la fase inicial, la etapa clave, su enfoque principal estará en el equipo fundador y su visión del negocio, y en si están proponiendo un gran producto o servicio con un alto potencial de mercado.