Algunos expertos estiman que habrá cerca de mil millones de nómadas digitales en el mundo para el año 2035. Es esta una cifra verdaderamente alucinante si se toma en cuenta que antes de la pandemia rondaba apenas los 4 millones.
Los nómadas digitales son personas que trabajan en línea utilizando Internet al tiempo que viajan de un país a otro. Por lo general, permanecen un período mínimo de 3 meses y un máximo de 1 año, tiempo durante el cual generan una derrama de dinero que es muy beneficiosa para el país que les acoge, ya que impulsan la hostelería, los restaurantes, y los alquileres de la región.
Ya sea que este estilo de vida sea el futuro del trabajo o no, es obvio que es más que una tendencia, está aquí para quedarse y las cifras comienzan a elevarse de un día para otro. En la región, y de momento, ha sido únicamente Costa Rica la que ha puesto el ojo en este nicho turístico y echado a andar la maquinaria.
Este país, cuya industria turística es vital para la economía nacional, ha aprovechado la explosión de los nómadas digitales más rápido que ninguno de sus vecinos. En septiembre pasado, las autoridades costarricenses aprobaron la Ley de Atracción de Trabajadores Internacionales y Prestadores de Servicios Remotos, misma que establece una nueva clasificación migratoria en un esfuerzo por fomentar las visitas de larga estancia a través de visas otorgadas a nómadas digitales.
La normativa permite que los extranjeros con ingresos superiores a los $3,000 mensuales permanezcan en el país por un año con el beneficio de una extensión por un año adicional, siempre que cumplan con determinados criterios. Si él, o la nómada, viajan con su familia, sus ingresos deben ser de al menos $5,000 por mes.
Además, los nómadas digitales con una licencia de conducir válida vigente emitida en su país de origen podrán conducir legalmente en Costa Rica. Los beneficios que otorga esta ley sin duda animarán a los extranjeros a trasladarse a ese país y ayudarán a impulsar aún más a su economía.
¿Por qué hay hoy más nómadas digitales que nunca?
La pandemia de Covid-19 convirtió el trabajo a distancia en una necesidad para el distanciamiento social, y resultó en un estilo de vida atractivo para una gran cantidad de personas. Es bastante comprensible, ya que el trabajo remoto da más control sobre el tiempo, más de este para dedicar a la familia, para experimentar, y la libertad de trabajar desde cualquier parte del mundo.
El segundo factor sería el avance tecnológico que permitió realizar más trabajos en línea. Por ejemplo, las plataformas donde las personas enseñan idiomas, o las plataformas de trabajo autónomo que ayudan a conectar empresas o individuos con talentos, además del hecho de que muchos trabajos relacionados con el marketing, la programación, o la enseñanza pueden realizarse en línea.
La variable final de esa ecuación la representa la difusión de la cobertura de Internet en todo el mundo, llegando a áreas cada vez más extensas y lejanas, así como los dispositivos portátiles y las tecnologías de Internet por satélite, todos contribuyeron al aumento de los nómadas digitales.
Centroamérica y México tienen destinos ideales para recibir a un mayor número de nómadas digitales
Con el ejemplo de Costa Rica en la mente, es vital que las autoridades de todos y cada uno de los países de la región formulen algo parecido a lo que se hizo en ese país. La provincia de Guanacaste, en la costa del Pacífico tico, no es la única frontera deseable para este creciente grupo de viajeros.
Algunas de las mejores ciudades de la región para trabajar en remoto son:
- Antigua Guatemala: buena ubicación dentro de Guatemala, a tan solo una hora del centro de la ciudad. Tomando en cuenta que el 51% de los nómadas se alojan en hoteles, y un 16% en hostales, Antigua es uno de los centros turísticos del país con la mejor variedad de restaurantes, bares, hoteles, y otras formas de hospedaje.
- Ciudad de Panamá: más de la mitad de los viajeros afirma que uno de los retos es conseguir Internet fiable. Esta ciudad cuenta con una de las mejores velocidades de Internet de toda Centroamérica. Es una ciudad segura con muchas opciones de entretenimiento para horas no laborables, y con un fácil acceso a la mayor parte de la región a través del aeropuerto principal.
- Playa del Carmen, México: otra ciudad que cuenta con una velocidad de Internet por encima del promedio, y un costo de vida de rango medio similar al de los estándares centroamericanos. Además, cuenta con un buen acceso a otras partes de México.
Las ventajas de explotar este sector son casi innumerables, pero entre ellas está el ingreso para la economía del país en cuestión, que se deriva del consumo de servicios locales que incluyen alojamiento, alimentación, transporte, turismo rural, y otros. Otro aspecto que vale la pena mencionar es que los nómadas digitales no se consideran empleados locales, y por esa razón tampoco son residentes fiscales, quedando exentos de impuestos sobre la renta o la importación de los equipos necesarios para su trabajo. Un aspecto que se debe resaltar en las campañas para atraer a estos trabajadores.
Centroamérica es entonces el lugar ideal para muchos de los nómadas digitales que trabajan en la industria del comercio electrónico, la venta de productos en línea, asistencia virtual, la administración de redes sociales, la enseñanza de idiomas, la creación de contenido, u otros roles similares.
Al ser la velocidad de Internet uno de los aspectos más importantes para cualquier nómada digital de esta clase, una de las ventajas que ofrece la región es el reciente crecimiento en la eficiencia de la cobertura y las conexiones en la mayoría de los países. Especialmente si se toma en cuenta el hecho de que la interoperabilidad de la red de los tres países mencionados sí que cumple con los estándares mundiales de telecomunicaciones.
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