Ser flexible te ayuda a ser un mejor líder, a vivir con una perspectiva más equilibrada, libre y llena de gozo y paz.
¿Cómo gestionas la tensión provocada por las nuevas ideas, la innovación y el cambio? ¿Qué tan flexible eres a la hora de que ocurre algo que no estabas esperando?
Debo confesar que no soy la mejor para adaptarme cuando algo en mis planes o en mi forma de trabajar cambia. Así como me gusta saber cuáles son mis planes para el día o para la semana, también me gusta saber cómo debo llevar a cabo mi papel dentro de un trabajo o un proyecto, y a veces cuando sale un imprevisto o algo cambia, mi cerebro hace corto circuito.
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La realidad es que todo el mundo está dispuesto a cambiar hasta que algo cambia. Y algunas de las razones por las que no nos gusta ser flexibles es porque nos gustan nuestros planes, desconfiamos de las personas o tememos a lo desconocido. ¿Te suena familiar?
¿Por qué debemos aprender a ser más flexibles?
Ser más flexible mentalmente es una de las áreas prioritarias en las cuales procuro trabajar constantemente tanto en mi vida personal como profesional. ¡Y me he dado cuenta que vivo más feliz cuando soy más flexible!
Esto no se trata de ser débil o pasivo. Al contrario, la flexibilidad es una elección consciente, una habilidad poderosa y un enfoque práctico para el mundo en constante cambio y evolución en el que vivimos.
El cambio trae tensión pero es esa tensión la que nos enseña a ser flexibles y crecer.
Las situaciones, relaciones y experiencias que causan el mayor estrés y frustración son casi siempre aquellas en las que no somos flexibles. Por otro lado, cuanto más flexibles seamos, más paz, facilidad y satisfacción experimentaremos en nuestras vidas.
¿Cómo podemos ser más flexibles?
- Acepta las cosas que no puedes cambiar: El primer paso para ser más flexible mentalmente es aceptar las cosas que están fuera de tu control. Cuando vives rígidamente, estás atrapado en tu cabeza, tratando de controlarlo todo. Aferrarse a esta sensación de control es una falsa sensación de seguridad que causa más frustración.
- Deja ir tu apego y a tu forma de hacer las cosas: Dejar ir nuestro apego a algo no significa que negamos nuestro deseo o intención. Simplemente significa que dejamos de controlar cada aspecto de él.
- Debes estar dispuesto a estar equivocado: Cuando estamos dispuestos a equivocarnos nos liberamos y nos permitimos tomar riesgos, probar cosas nuevas y abordar las cosas con una actitud creativa, innovadora y perspectiva flexible.
- No tomes las cosas tan seriamente: Cuando somos capaces de reírnos de nosotros mismos o de la situación en la que estamos, mantenemos las cosas en perspectiva y recordamos que la mayor parte de lo que enfrentamos a diario en la vida no es tan grave. Esto nos ayuda a tener una visión más equilibrada y a disfrutar más lo que vivimos.
- Enfócate en el presente: Centrarnos en el presente nos ayuda a generar flexibilidad en nuestro comportamiento, ya que podemos responder de manera más adecuada a las situacionales sin sobre pensar cosas del futuro o del pasado.
La flexibilidad mental trae mucha paz y gozo a nuestras vidas. Además, ser flexible te ayuda a ser mejor un líder al adaptarte a los diferentes imprevistos que pueden afectar a un proyecto o a tu equipo de trabajo.
¡Pero sobre todo te ayudará a tener una mejor perspectiva y a disfrutar más el proceso!