En los últimos años, el ecosistema ha sido testigo de un intenso flujo y reflujo de la ubicación geográfica de las inversiones a nivel regional, en especial en Brasil. Para 2023 los fundadores de startups podrán ver una recuperación lenta pero segura.
Y cuando los expertos aseguran que el comportamiento de venture capital mejorará este año, no significa que se van a ver exuberantes cantidades de dinero, esto quiere decir que los productos o servicios que realmente agreguen valor, solucionen problemas y que transformen, son los que tendrán más oportunidades de levantar capital.
Con un Producto Interno Bruto (PIB) de US$1.61 M en 2021, Brasil es la mayor economía de América Latina y la doceava del mundo. El estado de São Paulo es el centro económico del país, con 45 millones de habitantes, y representa el 33% del PIB nacional y la inversión extranjera directa en Brasil no parece frenar para 2023.
El sector de capital privado ha progresado rápidamente en Brasil. Con la estabilidad económica firmemente establecida, la caída de las tasas de interés y el bajo riesgo del país, el mercado local ya es una opción atractiva para los fondos de capital de riesgo (VC) en esta nación.
De acuerdo el estudio elaborado por Cuantico VC, plataforma de inversión enfocada en mapear e impulsar empresas emergentes de la región, denominado: “Estado de la Industria VC en Latinoamérica en 2023”, el volumen de inversión en Brasil en 2022 fue de US$5,500 M; en 2021, US$10,600 M; en 2020, US$3,500 M, en 2019, US$3,700 M; en 2018, US$3,300 M.
Inversión extranjera
La inversión extranjera directa en Brasil alcanzó sus niveles más altos tras el fin de la pandemia, viendo cómo la inversión extranjera directa se disparaba hasta los US$51,060 millones, un aumento del 102,7% en comparación con el mismo periodo de 2021. En el año hasta septiembre sumó 70.700 millones de dólares. Además, el saldo de las inversiones extranjeras recibidas por Brasil en 2021 fue el más alto en proporción al PIB si se consideran las 15 mayores economías del ranking del Banco Mundial, una señal más de la recuperación estructural de la economía brasileña.
Según el Banco Central de Brasil, en 2019, las principales fuentes de inversión extranjera directa en Brasil fueron los Países Bajos (23,2%), Estados Unidos (15,6%), Francia (12,8%) y España (9,5%).
Los principales motores de la inversión extranjera directa en Brasil
Recursos naturales: es uno de los principales productores mundiales de azúcar, café, soja, zumo de naranja, estaño y el mineral fosfato
Ubicación geográfica ventajosa: situado en el centro de América Latina, Brasil limita con 10 países y goza de una amplia costa atlántica
Un gran mercado de consumo interno: Brasil tiene un importante mercado de consumo interno de 214 millones de personas, el 70% de las cuales se consideran de clase media, y representan algo más de la mitad del gasto total de consumo del país.
Fuerte comercio internacional: el país es un gran exportador de carne de res, carne de aves de corral, tabaco, madera, etanol, mineral de hierro y tiene industrias avanzadas de automoción, petróleo, alimentos y bebidas, producción química y cemento. China es el mayor consumidor de las exportaciones brasileñas, con un 31.3%, seguido de Estados Unidos, con un 11.1%.
La gran diversificación de la economía brasileña hace que los inversores extranjeros puedan obtener una buena rentabilidad en diferentes sectores. Pero la mayor parte de la inversión extranjera directa en Brasil se dirige principalmente a los servicios financieros, el petróleo y el gas, la industria del automóvil, el comercio, la electricidad y la industria química.
Con cerca de 700 empresas startup, Brasil es también el mayor exportador de fintech de América Latina, y ocupa el quinto lugar en el mundo. En 2019, (el último del que se dispone de cifras), la inversión en empresas fintech brasileñas ascendió a US$1,600 millones.
Aunque el petróleo y el gas seguirán desempeñando un papel fundamental en la economía (primer productor de América Latina), la industria de las energías renovables está en alza en Brasil, según la Agencia Brasileña de Planificación Energética (EPE). El país cuenta con una de las redes eléctricas más limpias del mundo y tiene capacidad para generar electricidad con un 84% de energías renovables.
Brasil también tiene un prometedor mercado de energía nuclear y planea cuadruplicar su generación de energía nuclear para 2050, según la Asociación Brasileña de Energía Nuclear.
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