Los productos de plástico de un solo uso generan una acumulación masiva de residuos en vertederos, ya que muchos de ellos no se descomponen fácilmente, persistiendo en el medio ambiente durante períodos prolongados.
Su descomposición lenta, especialmente en el caso de botellas y utensilios plásticos, libera gradualmente sustancias químicas tóxicas durante siglos. La fabricación de estos productos implica el uso de recursos no renovables, como el petróleo, contribuyendo a la degradación ambiental y pérdida de hábitats naturales.
Este impacto ambiental afecta a ecosistemas terrestres y acuáticos, así como a la salud humana. Para abordar estos problemas, es crucial buscar alternativas sostenibles y reducir el consumo de plásticos desechables.
Para contrarrestar estos efectos negativos en nuestro planeta, nace el emprendimiento Clickeat, un invento chileno en madera que renueva los cubiertos y se destaca en varios países de Latinoamérica.
Patentado por la empresa Simplo, el set de tenedor y cuchillo tiene como objetivo reducir el uso del plástico en la vida diaria, sobre todo a la hora de comer, ya que, en la actualidad, este tipo de utensilios tradicionales (plástico o metal) tardan unos 400 años en degradarse.
Pulso Capital tuvo la oportunidad de conversar con Óscar Herrera, gerente general de Simplo, quien nos explica más del proyecto, el material utilizado en sus productos amigables con el medioambiente, la durabilidad de estos, así como los retos y desafíos que han afrontado desde su creación.
Entrevista sobre Clickeat
¿Cómo nace la idea de crear Clickeat?
Surge a partir de la inventiva de dos destacados diseñadores chilenos, Alberto González y José Allard. Desencantados con los cubiertos convencionales, dieron vida al Clickeat DUO, un cubierto que se despliega con un simple clic. Este producto, innovador y único, capturó la atención de los creadores, pero les faltaba la plataforma para explorar su potencial. Es en este punto donde yo, como fundador de la empresa, ingreso a la escena y comienzo a indagar.
Procedo de un trasfondo vinculado al ámbito de la innovación en energía renovable y, anteriormente, a la industria del diseño. Mi incursión en la comercialización de esta novedosa invención se inicia al trabajar en colaboración con diversas universidades en Canadá, Estados Unidos y el Reino Unido. El objetivo era comprender mejor el nicho que este producto podría satisfacer. Durante estas asociaciones, se evidenció que muchas empresas anhelan adoptar productos compostables y reducir el uso de plástico, pero han enfrentado desafíos significativos en este proceso.
Clickeat se configura como una respuesta a estos problemas tras exhaustivos estudios. La premisa fundamental es utilizar el diseño y la innovación para crear productos sustentables. Las soluciones adoptadas incluyen proporcionar un valor agregado para mitigar la percepción de mayor costo, garantizar que el 100 por ciento de la línea de productos sea funcional y establecerse como una empresa con una oferta amplia de productos.
En resumen, el proyecto busca superar las barreras comunes en la adopción de productos sostenibles, ofreciendo no solo innovación en diseño, sino también soluciones prácticas para abordar los desafíos asociados con la transición hacia prácticas más respetuosas con el medio ambiente.
¿Cuál es el material que ustedes utilizan para la elaboración de sus productos Clickeat?
La elección de los materiales en nuestra línea de productos es variada y con un enfoque sostenible. Algunos artículos incorporan madera certificada, indicando su procedencia de fuentes renovables. Otros hacen uso de materiales innovadores, como la resina de bambú, que, a pesar de su similitud con el plástico, se descompone de manera natural. También contamos con productos elaborados a partir de resina de centeno, cuyo material es utilizado para la elaboración o producción de bombillas (pajillas o popotes)
Una característica distintiva es que, al llegar a un vertedero convencional, estos productos no permanecerán allí, ya que la naturaleza cuenta con los mecanismos necesarios para su descomposición. Este aspecto nos diferencia de la competencia, que a menudo trabaja con productos compostables de naturaleza industrial, requiriendo un proceso adicional para su descomposición.
¿Cómo se aseguran de que los materiales utilizados sean respetuosos al medio ambiente?
Garantizamos la sostenibilidad de nuestros productos a través de rigurosas certificaciones. En la actualidad, existen dos certificaciones de gran relevancia y exigencia, basadas en normativa europea que prohíbe los productos de plástico de un solo uso. Una de ellas incluye la «prueba del gusano», un procedimiento sencillo que implica enterrar el producto y verificar su descomposición en menos de 180 días. Posteriormente, se examina si se ha descompuesto adecuadamente y si no contiene micro plásticos. En caso de que el producto no supere estos criterios, no obtiene la certificación. De esta manera, todos nuestros productos cuentan con una certificación del 100 por ciento bajo este estándar, asegurando su cumplimiento con los requisitos medioambientales establecidos.
¿Cómo comparan la durabilidad y resistencia de sus productos a los tradicionales que son hechos de plástico o metal?
La eficacia de nuestros productos en Clickeat es primordial. Previo a la incorporación de un artículo en nuestra línea, debe superar tanto la evaluación medioambiental como las pruebas de funcionalidad. No nos limitamos a adoptar elementos preexistentes en el mercado; simultáneamente, concebimos productos mediante la aplicación de tecnologías recientes. Reconocemos que hay individuos con ideas excepcionales pero que carecen del conocimiento para materializarlas, y en estos casos, brindamos asistencia para llevar a cabo su desarrollo.
Han lanzado el producto DUO que lo conforman un tenedor y cuchillo, ¿Qué otros productos cuentan?
Contamos con una amplia variedad de productos en nuestra oferta. Presentamos la línea de cubiertos más tradicionales, con un grosor de 1 milímetro, reconocida y comúnmente encontrada, incluso en los vuelos de avión. En cuanto a las bombillas (pajillas o popotes), disponemos de una línea de centeno fabricada en Chile, que destaca por su resistencia al agua.
Además, ofrecemos bombillas elaboradas con resina de bambú, así como una completa gama de vasos, bowls, contenedores y portaobjetos. Nuestros platos, confeccionados a partir de álamos, y cajas de regalos también forman parte de nuestra extensa selección de productos.
¿Todos los productos de Clickeat en qué países los pueden encontrarse?
Actualmente, tenemos presencia en Estados Unidos, Canadá y Chile, y recientemente hemos inaugurado distribuidores en Costa Rica, Argentina, República Dominicana y España. Estamos ubicados en diversos lugares para ofrecer nuestros productos donde más se necesitan.
En el caso de aquellos que deseen adquirir nuestros productos y no se encuentren en estos países, también ofrecemos la opción de compra a través de Amazon con envío internacional.
¿Han pensado expandirse a más países?
Actualmente, estamos en una búsqueda activa de distribuidores con el objetivo de expandir nuestra presencia a todos los países de Latinoamérica. Mantenemos conversaciones en curso en países como México y Guatemala, entre otros. Nos esforzamos por encontrar socios que se ajusten adecuadamente a nuestras necesidades, ya que valoramos la calidad sobre la rapidez en este proceso. Entendemos que las negociaciones y la formalización de contratos requieren tiempo y dedicación; no se trata simplemente de llegar y vender, sino de llevar a cabo un trabajo minucioso y bien planificado.
¿Considera importante que la industria agroalimentaria debe apostar por este tipo de herramientas como lo hacen con Clickeat?
Absolutamente, de hecho, hay una preocupación creciente sobre la prohibición del plástico de un solo uso, y la problemática radica en la abrumadora cantidad de residuos en los vertederos. No tengo objeciones al uso del plástico en sí, ya que estoy comunicándome a través de una computadora y utilizando auriculares y envases de plástico, que han sido parte de mi vida cotidiana durante un año.
La verdadera preocupación surge cuando se utiliza un producto por unos pocos segundos y se descarta, contribuyendo a que ese objeto permanezca en la basura durante 500 años. Incluso el primer plástico producido en 1906 aún no se ha descompuesto. La situación se agrava al considerar que el 30% de los residuos en vertederos consiste en plástico de un solo uso, que, a diferencia del resto de los desechos, no se descompondrá en 500 años. Este problema es urgente, y varios gobiernos están implementando leyes contra el plástico de un solo uso, ya que no tienen la capacidad de gestionar estos desechos, lo que lleva a que terminen en el mar, que recibe 13 millones de toneladas de basura al año.
Llegará un momento en que muchos países optarán por prohibir el uso de plástico. Todos debemos ser parte de la solución en este escenario crítico.
¿Qué nos espera en los próximos 5 años si no cambiamos esa mentalidad de consumo?
Estamos presenciando un aumento en la contaminación de las ciudades, y la situación empeorará de manera significativa. Los países que carezcan de leyes contra el plástico de un solo uso se verán abrumados por la cantidad de residuos. La diferencia es notoria cuando se compara un producto compostable desechado, que comienza a descomponerse después de unas pocas semanas, con una botella de agua de plástico que perdura mucho más tiempo en el medio ambiente.
¿Qué opinión tiene que la educación para el cuidado del planeta también debe venir de los hogares?
La educación desempeña un papel crucial en nuestra industria, ya que existen productos que, a pesar de presentarse como ecológicos, en realidad no lo son. Incluso, dentro de la industria, algunas empresas incorporan plástico en sus productos, haciéndolos pasar como compostables. Es esencial comprender que cuando se promociona algo como biodegradable, en realidad se está vendiendo plástico. La verdadera clave reside en asegurar que cada producto sea compostable.
Aunque el sistema educativo actual ha incorporado términos adecuados, persiste un desafío cultural, ya que los niños a menudo no reciben la enseñanza adecuada en el hogar sobre la importancia de no arrojar basura. Este comportamiento se ha arraigado culturalmente, y lo preocupante es que nos estamos acostumbrando a ello.
Afortunadamente, hay individuos dedicados que trabajan incansablemente para revertir la problemática de los residuos. Las familias desempeñan un papel clave en este cambio. El desarrollo tecnológico también juega un papel crucial, buscando formas de hacer que el plástico sea asequible sin comprometer el medio ambiente.
Es vital cuestionar nuestras elecciones de consumo, como el uso innecesario de bombillas o popotes. Por ejemplo, consideremos los removedores de café entregados en cafeterías o restaurantes. Su uso efímero se traduce en 500 años de descomposición, lo que resalta la necesidad de cambiar nuestra perspectiva de consumo.
La transformación real ocurrirá cuando un país prohíba el uso de plástico de un solo uso. Lamentablemente, muchas personas necesitan estas prohibiciones para adoptar un cambio significativo.
¿Cuáles han sido los más grandes desafíos y retos que han afrontado en todo este camino de Clickeat?
La educación representa la barrera más compleja. Muchas personas, incluso aquellas inmersas en la industria, tienen un alto grado de desconocimiento sobre los productos. Este desconcierto se agrava porque algunos actores afirman ser respetuosos con el medio ambiente, mientras continúan utilizando bombillas de plástico bajo la premisa de que son reciclables.
En una ocasión, me topé con vasos en un supermercado que se promocionaban como biodegradables, pero, en última instancia, estaban fabricados de plástico. El desafío reside en cómo eliminar a aquellos actores que no están contribuyendo al medio ambiente y están generando confusión entre los consumidores.
Un cambio significativo ocurrirá cuando más personas rechacen productos de un solo uso. Este acto de rechazo marcará un gran paso hacia adelante en la transformación que necesitamos.
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